
Emerge de nuevo el color
cuando tu mano pinta
y haces un paisaje
sobre el paisaje del cielo.
No hace falta decir donde estoy parado.
Con un pincel, tu me has pintado:
Yo soy un joven marinero
con los codos en la baranda
que mira las pinceladas de tu horizonte.
Tanto solo por un minuto
mi figura de oleo voltea
para mirar tu rostro manchado de colores.
Yo sé que nunca me has visto
y yo no quiero que me descubras...
Antes de que veas mis ojos
yo regreso a mi pose
y vuelvo a ser un personaje en el lienzo,
inmóvil,
sobre el paisaje de tu pintura.
(ese es mi secreto)
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