Hoy entendí que obedezco a mi sombra.
Es ella la que tiene alma y voluntad,
yo solo repito sus oscuros
movimientos.
Soy como un espejo de aire.
Imito a mi sombra mientras ella resbala
por los peldaños de las
escaleras,
por los blancos pasillos de los
hospitales
sobre la arena golpeada por el
sol de los desiertos.
Mi sombra fue creada por Dios.
Yo solo soy una mera
consecuencia.
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