También,
te recuerdo despierta
y hablando de tus sueños.
Te recuerdo
con un carboncillo
entre tus dedos
y dibujando
los remotos paisajes
que en tu silencio
habías soñado.
A veces,
eras una roca muda.
¿Cuántas veces te quedaste así?
Como una antigua estatua,
inmóvil, silenciosa como una caverna...
Esa era tu manera
de soñar despierta.
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