
La bala salió disparada. Su misión era matar, pero ella no quiso hacerlo. A propósito, cambió su dirección y falló el blanco. Luego de ésto, las personas gritaban, huían o se tiraban al piso sin querer saber nada de ella.
"¿Por qué me desprecían?", pensó la bala. "No hice nada malo y ahora todos vociferan que soy una bala perdida".
Antes de estrellarse contra un muro, la bala entendió que un león debía cazar, un pez nadar, un cuchillo cortar y un proyectil debía matar. De esta manera, cualquier cosa que no cumplía con el destino para el cual había sido creada era considerada un fracaso...y ésto germinaba el odio y el miedo de la gente.
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