- Diálogo verosímil. Se da cuando la forma de hablar representa al personaje, es decir, el lenguaje que emplea le corresponde exactamente por edad, por extracción social, etc. Así como no vestiríamos a un miembro de una banda urbana con un frac, tampoco podemos “ataviar” su manera de expresarse con palabras que no le sean propias. Esto sólo es lícito cuando lo empleamos para caracterizar y para provocar efectos humorísticos (por ejemplo, cuando Sancho Panza intenta hablar como don Quijote).
- Diálogo indirecto. El diálogo no debe ser uniforme,
plano, sino una mezcla de dos realidades: aquello de lo que se habla
aparentemente y aquello que se está diciendo en realidad, de manera que
el lector pueda leer entre líneas. Intentar transmitir el proceso de
ruptura de una pareja de forma velada, haciendo discutir a los
personajes sobre cuestiones como la temperatura del café, por ejemplo,
enriquecerá la escena:
- Ejemplo de diálogo plano:
- -Ya no te quiero, llevo aguantándote veinte años.
-Pues yo estoy harta de tus manías.
- -Ya no te quiero, llevo aguantándote veinte años.
- Ejemplo de diálogo indirecto:
- -¡Otra vez me has servido el café frío! ¡Veinte años juntos y todavía me sirves el café frío!
-Ah, ¿sí? Pues caliéntatelo tú mismo.
- -¡Otra vez me has servido el café frío! ¡Veinte años juntos y todavía me sirves el café frío!
- Ejemplo de diálogo plano:
- Diálogos experimentales: dos o más diálogos que suceden en lugares o tiempos diferentes, se fusionan en uno solo.
jueves, 21 de junio de 2012
DIALOGOS TIPS
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