
Hoy los recuerdos
son granitos de azúcar
en el hielo de un whisky.
Todo lo demás es silencio.
Hoy quiero mentirte.
Decirte que no me importó
el adiós de aquella tarde.
Hoy te quiero decir
que esta casualidad no duele
como un meteorito en el pecho.
Luego de verte hoy
te diré chao como a cualquier persona
y tu seguirás de largo
como si no importaran las gotas saladas
en el fondo de tus párpados.
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